Queremos mantener este sitio como un lugar para proponer ideas nuevas, no como un lugar de quejas o catarsis que nos desahogan y nos sacan las fuerzas para continuar la lucha, para éso ya existen los mensajes de Twitter u otras aplicaciones similares. Por este motivo, como administradores del sitio, tomamos la decisión de no aceptar para su publicación, artículos que no estén acompañados por una propuesta de solución o idea de discusión sobre el tema para someterla a debate de todos los suscriptores.
Pensamos que tanto los políticos como mucha de la prensa, tienen su propia agenda y quieren imponerla, sin tener en cuenta la agenda de la gente común, para esa gente común que sale todos los días a luchar por sus ideales, queremos que sea este sitio, por éso lo llamamos los mansos, los que hacen todos los días su trabajo y construyen lo que otros se están robando o malversando. A los mansos, es a quienes le damos un lugar para expresarse.
Sólo debemos ponernos de acuerdo en algunos puntos que faciliten la convivencia entre quienes decidamos participar activamente. Las tres condiciones básicas a seguir son las que siguen:
Proponemos lo siguiente
Partamos de la base de que las dificultades que a diario enfrentamos los habitantes de nuestro planeta dejan al descubierto la falta de capacidad de los gobernantes para anticiparse y dar solución a los problemas.
También a diario, somos sometidos a través de los medios de comunicación a los analistas políticos, economistas, sociólogos y una incalculable cantidad de especialistas en todo, que se ocupan de aportar soluciones milagrosas a los problemas que padece la sociedad, siempre ubicados desde la posición cómoda de quien no tiene la responsabilidad de tomar las medidas que proponen.
La radio, la televisión, Internet y la prensa escrita año tras año, nos presentan a los mismos analistas respondiendo a los mismos periodistas sobre los mismos problemas soportados por el mismo pueblo. Too much.
Nuestra propuesta es simple, traigamos al blog las soluciones que propone el ciudadano de a pie, ese que padece los errores del funcionario de turno que le hace la vida un poco más miserable cada día.
No hay forma de asegurar que esta propuesta sea exitosa, pero cuando menos, es diferente, y eso puede ser un paso en una dirección que aún no tiene el fracaso como destino final.
Antonio